a este arco de
infinitos colores
a este saborear
olfatear
palpar
a este vivir
montada sobre una
risa de niña
consciente de no serlo
con el sentido
y los sentimientos
constantemente en alerta.
Porque al mirarte
al devolverme tú
la mirada
regresé a la pasión
de la vida
me desnudé
despojándome
del vestido de otoño
privándome de fríos
preparando mi piel
que ya creí yerma
para el arado de tu mirada
y la simiente de tu palabra
sorprendiéndome
parterre de flores nuevas,
insólitas en el tiempo que
creí mi ocaso.
Desde el regalo inesperado
de tu amor
atiendo la estación
en la que vives
he abandonado lo innecesario
saltando a tu tren en marcha
sin miedo a caer del vagón
de esta loca y preciosa
primavera
a la que me aferro
con las manos
con las uñas
con los dientes
con mis ojos
prendidos de los tuyos
y mi sonrisa
colgada en una percha
del armario de tu amor
Mabel Escribano Usero -Derechos Reservados-
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