Para que entres en mi
abro la noche
levanto el día de su sueño
y lanzo nubes contra el cielo
esperando que caigan
toda suerte de estrellas.
Me desmaquillo
limpio mi cuerpo
de otras huellas
que no sean las mías
me baño en el mar de tus ojos
deseando flotar
o hundirme cual red
buscando en silencio
que caigas en mi cuerda
o yo en la tuya
sin querer desanudar
los nudos de tus caricias
Y espero impaciente
la orgía ardiente
de tu desnuda sonrisa
el viento de tu pelo
la llamada de tu boca
para entrar en el portal
de tu casa
por un instante
mía
por un suspiro
tuya
por dos gemidos....
nuestra.
Mabel Escribano
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