sábado, 28 de mayo de 2011

ME MUERO__23 de mayo de 2011.


Me puedo morir
de mi
de la noche
que se cae encima
de mi pecho
aprieta mis pulmones
y no puedo respirarte
ni respirarme.

Me puedo morir
de agua
de la que no sale
ahogándome por dentro
llenando de remolinos
mi estómago
arrastrando maderas viejas
historias antiguas
que mi memoria ha deformado.

De la edad del hielo
de tu mirada
donde se resquebrajan
los sentimientos
tuyos/míos
donde no quiero
pedir permiso
para morirme de frío
cortando el hielo de tus aguas
con mis manos
moradas y ateridas.

Me muero
de tu espalda
de tu hombros encogiéndose
de tu llanto escondido
del que no escondes
del saber que me amas
hasta morir conmigo
en un juego perverso
porque no queremos
otra cosa
que no sea vivir
y vivirnos.

De tus caricias
de las miás
de los celos
que no provocamos
de los hechos
que aún no sucedieron
del futuro que no ha llegado
del mañana que no importa
del domingo que no voy a misa
del menú vegetariano
del orden de los reyes godos
de la insoportable levedad del ser
que en Kundera
se me hizo casi soportable.

Me muero
porque no me muero
porque me lloran tus ojos
y quiero meterme
bajo una piedra
enorme
sentirme gusano
y ver la bota
gritando
¡Venga, aplástame!

Del día en el que no te vi
aquel en el que no me sabias
cuando estaba viva
y tu no habías nacido
cuando amaste a un hombre
y yo ya no amaba a nadie
cuando el mar era azul
y seguía en el mismo sitio
sin avisarme de que existías
sin decirme
en qué lugar
con quien
y donde...


Mabel Escribano
derechos registrados

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